lunes, 25 de agosto de 2014

¿Has tenido suerte de encontrar trabajo?

Cuando una persona consigue un trabajo solemos hacer el comentario “¡Qué suerte ha tenido!” y los demás le felicitan “¡Enhorabuena!”. Si le preguntáramos directamente ¿qué pensáis que nos contestaría?  “Si, pues, estaba aquí tan tranquilo, sin haber hecho nada y de repente me han dado este trabajo...”.

Yo cada vez creo menos en la suerte o podamos decir la casualidad, y mucho menos en el ámbito profesional. Tiendo a pensar que cuando ocurre algo, ha habido una acción  (más bien varias) previa que ha provocado este resultado y que suele estar relacionado con una conversación.
En mis cursos sobre comunicación siempre utilizo la expresión de “cuando hablamos, hacemos que pasen las cosas y cuando no hablamos, también”. Esta frase nos ayuda a reflexionar sobre que estamos todos donde estamos gracias a que alguien dijo algo a alguien, todos estamos trabajando gracias a que nosotros hablamos con alguien u otra persona habló de nosotros. Es el poder del lenguaje. Si hasta ahora hemos conseguido lo que tenemos a través de actos sucesivos de comunicación, ese mismo poder nos servirá para ayudar a construir nuestro futuro.

No sólo las conversaciones de nuestra vida son acciones que harán que consigamos un trabajo, pero sí que tienen mucho que ver: lo que hablamos hoy, determina en gran medida lo que será de nosotros mañana. Las casualidades las convertimos en causalidades. Realizar un curso, entregar información profesional a alguna persona del sector, participar en actividades de nuestro entorno, etc. nos abre la puerta a nuevas posibilidades y no sólo por los conocimientos y experiencias adquiridas, sino por las conversaciones que mantenemos con las personas con las que nos encontramos.

Es importante cuidar nuestras conversaciones, ya que pueden llegar a ser el origen de un trabajo. Para ello podemos anticiparnos y preparar las conversaciones que pensemos que nos van a ayudar a conseguir nuestros objetivos. Una sencilla propuesta para la preparación sería contestar a estas preguntas: 


¿Con qué persona sería interesante encontrarme para hablar? 
¿Dónde la puedo encontrar? 
¿Para qué quiero hablar con esa persona?
¿Qué le voy a pedir? 
¿Qué le voy a ofrecer?
¿Cuándo lo voy a hacer?

En la búsqueda de trabajo,mejor si la suerte la aportamos nosotros mismos.


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